Me enprendí desde San Salvador hacia La Barra de Santiago, después de recorrer 1 hora 25 minutos, disfrutando del clima delicioso de Sonsonate en el camino hasta llegar a Ahuachapan donde nació la Mitológica leyenda de "Chasca" al llegar a la Barra de Santiago me recibió un río increíblemente cristalino con aguas relajadas y peces saludables porque este río es el que baja desde el parque Nacional "EL Imposible" como este río no pasa por ninguna ciudad, ninguna fabrica que deseche sus tóxicos en él, y las personas que viven a orillas del río no tiran su basura en él, podemos decir que es de los ríos mas limpios y no contaminados de nuestro país. Cuando llegue a mi destino llegue a una playa maravillosa donde el mar estaba frente a mí y 50 metros a mi espalda, se encuentra el majestuoso manglar que da vida a mas de 150 especies de aves, como ya les había mencionado el río cristalino que baja desde "El Imposible" desemboca en La Barra de Santiago y como no viene contaminado es por esta razón que hay increíble abundancia de alimentos para aves, cangrejos, y peces.
Me embarque en una lancha rumbo al manglar, tal pareciera que Venecia y sus canales, copiaron la idea del Manglar Ahuachapaneco, porque el manglar ha formado canales dignos de una ciudad natural, el manglar nos abre sus canales para que observemos en su totalidad todo lo que nos ofrece. En mi recorrido, encontré a mi derecha un cocodrilo tomando el sol... SIIII un cocodrilo relajado y tomando el sol, no podía creer que estaba tan cerca de uno y sobre todo en El Salvador, disculpen mi ignorancia porque no sabía que aquí habitaran cocodrilos, en el recorrido se puede observar garzas blancas, garzas azules, garzas grises, martín pescaodr, gavilanes negros, gavilanes cangrejeros, al igual que cangrejos azules. Minutos después casi llegando al estero mi sorpresa mas de 20 lanchas estacionadas en el medio de el estero cada lancha estaba el esposo y la esposa en unión recolectando camarones para el sustento de su familia.
Ya estando en el estero donde el mar entra para alimentar con su sal al manglar que a su vez alimenta a los peces, que a su vez alimentan a los cangrejos, que a su vez alimentan a las aves y cocodrilos quede impresionadísimo de tal cadena alimenticia ante mis ojos.
En la entrada del estero que es sumamente grande, salvadoreños y extranjeros divirtiendose practicando esquí acuático, motos acuáticos, turistas recorriendo todo el manglar subidos en una banana, otros nadando...
Ya después de tanta riqueza natural ante mis ojos, no pude resistirme a liberar tortuguitas en la playa, eran 121 tortuguitas para ser exactos de una sola mamá tortuga si de una sola (las tortugas ponen entre 100 y 120 huevos si son primerizas más o menos a los 20 años, luego ponen entre 80 y 100 cuando son mayores de 40 años y ponen entre 60 y 80 si son mayores de 60 años) ya teniendo a las 121 tortuguitas en un huacal cerca de la playa comenzamos la ya esperada liberación de tortuguitas, tomé una entre mis manos y observé la belleza de esta inquietante y energética tortuguita moviendo sus aletas lista para entrar al mar, las colocamos en la playa y comenzó una carrera galopante hacia el mar, y colocando en sus memorias bebitas de tortuga imágenes sobre esta playa, porque cuando tengan 20 años y esten listas para desovar (poner sus huevos) vendrán exactamente a esta misma playa que les ofreció su calor, su arena y su amor, porque saben que esta playa las protegió así como las personas que gracias a Dios se dedican a su conservación.
Les invito a visitar La Playa, El estero y El Manglar en La Barra de Santiago en Ahuachapan.